Irónico

Satisfactoriamente salí del consultorio médico, estaba feliz, me encontraba bien no había nada malo en mí. Hace apenas dos días pensaba que mi vida se acabaría mientras las horas transcurrieron para ir al médico. investigaba si esta enfermedad seria mortal.

- no quiero eso - Decía en mis pensamientos y al empaparme de tanta información sobre si esto lo tendría, decidí ir sin bacilar.

No tenía dinero para ir a una clínica mucho menos a un especialista, aún vivía de mis padres y sentía miedo decírselos. Llamé a un amigo de confianza, nunca le dije que tenía y le pedí dinero a lo que él me aconsejo ir a un consultorio público, era mi mejor opción

Madrugué al consultorio para tomar un turno y me asignaron al especialista, siempre pensé que era gratis, pero al ser primera vez debes cancelar un valor mínimo para abrir algo que denominan “historial médico”, valor que se cancelaba al inicio de cada consulta el cual no lo hice y fui directo al especialista quien me atendió.

Su diagnóstico al revisarme me quito la angustia, el extendió una hoja que debía llenar con datos sobre tipo de sangre o si tenía algunas enfermedades adicionales, me extendió otra hoja la cual él había llenado con puntos como si fuera de opción múltiple

– estas pruebas son las que debes hacer, son de rutina quiero ver cómo estas- para mí no hubo ningún problema

- lo haré doctor -, al salir de la consultorio que me dirigía con esa hoja a secretaria para exonerarme el pago de esos exámenes, me senté hasta que fuera mi turno de entregarlo.

Cuando al haber entregado el documento de exámenes la chica de secretaria reviso en su base de datos la cual hizo una expresión de enojo y me miro

-joven acompañe a ventanilla, usted no ha cancelado el valor de iniciación-, me dirigió a la ventanilla y como era de esperarse había una fila para cancelar.

La chica le comunico que a un no cancelaba y me coloco en la fila para pagar, no tenía nada de dinero como podría pagar, para mi suerte la chica de secretaria siguió a su puesto de trabajo dejándome ahí, nadie sabía que tenía que cancelar más que la secretaria y el chico de ventanilla, al dar vueltas mis pensamientos de como cancelar, decidí irme de ahí, en total ya me habían revisado y me encontraba bien.

Saliendo de ahí con felicidad a flor de piel, me dirigía a tomar el bus hacia mi casa, debía subir una cantidad enorme para llegar ahí, no había problema y seguí el camino.

Para mi valiosa suerte que ya era muy buena suerte me encontraba bien de salud, no me habían pillado al no cancelar, todo andaba bien hasta que divise a una persona bajando hacia mí, no le tome importancia y seguí mi camino, pero esta persona al acercarse cada vez a mí me hizo dudar

- ¿Qué necesitara? -, al acercarse hacia mí a una distancia de un paso me extendió la mano a manera de saludo. Era un tipo con pantalones sucios camisa rasgada, al parecer no se había bañado en varios días, lo saludé y le dije;

- brother no tengo nada -, e intente seguir caminando a lo cual el me detuvo me agarro de mi buzo por la espalda y extendió su brazo a manera de querer dar un golpe.

- dame tu celular y dinero antes que te acuchille en el cuello -, no pude ver bien si en la mano tendría un cuchillo o algo punzante para hacer daño.

- tranquilo no tengo nada -, pensé forcejear, pero había la posibilidad de que me hiciera daño, le di mi dinero y el celular que tenía, no me reviso si tenía algo más y se fue.

El enojo y la rabia era enorme a lo cual pensé, merezco esto al no haber cancelado y haber salido del consultorio, ellos viven de lo que se pague por consulta y me fui como un vulgar ladrón.

Esta persona me había robado más que el pago de una consulta médica, si tan solo hubiera esperado y cancelado no me hubiera pasado nada. Se podría decir que la ley de tres se cumple

- “si haces algo malo se te regresar tres veces peor”-, tal vez mi vida habría culminado ahí.

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